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¿Si, a la eutanasia?
Viernes, 30 de Septiembre de 2011 10:26 Gloria Fandos, Tortosa
Tendríamos que ser fuertes y decir sí a la eutanasia. En casos extremos, por supuesto. Soy testigo vivo de compartir esta triste y rutinaria realidad, por mi trabajo en geriatría.
En un hospital también están los enfermos terminales de curas paliativas. Intento ser fuerte, pero debido a mi extrema sensibilidad, que puede ser una cualidad, pero también un defecto, tengo que descansar un tiempo porque me pongo enferma. Más tarde lo necesito y vuelvo, porque pienso- sabe Dios en que manos caerán, los pobres ancianos y enfermos, personas débiles y desprotegidas. Seres humanos vivos que sufren, también duele ver sufrir, y ya necesitan descansar. Pero sus vidas, nuestras vidas está en manos de Dios, y ¡a resignarse! Pero donde está, me pregunto, que por lo visto, es el dueño de tal degradación y sufrimiento humano.
Son seres queridos que los ves sufrir un día y otro día, un año y otro año... indefinidamente. Yo lo viví muy de cerca y me preguntaba, Dios Mío, si no los quieres contigo, porque los dejas vivir, sin estar viviendo. Cundo murió- en este caso era mi madre- Un trozo de mi ser, de mi corazón y de mi vida, se fue con ella, murió con ella. Un tiempo y un espació que nunca podré recuperarlo, pues le pertenecía. No puedo evitar sentir que estoy incompleta y aunque la vida parece ser todo, llego a pensar, que no vale absolutamente nada.
Claro que si no conociéramos el sufrimiento, no valoraríamos el estar bien, y si no hubiera noche, no sería tan bello el día.
Pero si tenemos derecho a una vida digna, ¿porqué no, también a una muerte digna? Cuando están todos los avances tecnológicos en nuestras manos, y posemos una mente clara, coherente, humana y libre.
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